Nicolás Guillén (1902-1989)



Volver a la página de los mejores poemas de la lengua española

Fusilamiento

Van a fusilar
a un hombre que tiene los brazos atados.
Hay cuatro soldados
para disparar.
Son cuatro soldados
callados,
que están amarrados,
lo mismo que el hombre amarrado que van a matar.

—¿Puedes escapar?
—¡No puedo correr!
—¡Ya van a tirar!
—¡Qué vamos a hacer!
—Quizá los rifles no estén cargados…
—¡Seis balas tienen de fiero plomo!
—¡Quizá no tiren esos soldados!
—¡Eres un tonto de tomo y lomo!

 Tiraron.
 (¿Cómo fue que pudieron tirar?)
 Mataron.
 (¿Cómo fue que pudieron matar?)
 Eran cuatro soldados
 callados,
 y les hizo una seña, bajando su sable,
 un señor oficial;
 eran cuatro soldados
 atados,
 lo mismo que el hombre que fueron los cuatro a matar.